Reseñas: Relato

Nueve cuentos de J. D. Salinger

¿Qué es más fácil escribir un relato o escribir una novela? Los escritores de novela alegarán que su obra es más extensa y por eso, el autor debe ser original en el arranque y en el final de la historia, además de ser fiel a sus personajes, cuidar la voz del discurso, elegir bien los espacios y el tiempo, … Son muchos hilos que no puede soltar en ningún momento si quiere que su texto sea creíble.

Pero también los escritores de relato dirán que esto mismo deberían hacer ellos. Quizás la diferencia radica en que en este género más corto la dificultad está en mantener la tensión desde la primera hasta la última página. La novela no perderá al lector si en alguna de sus páginas baja la intensidad de lo narrado, sin embargo, el relato ha de ser completamente redondo y emocionante.

En cualquier caso, un buen lector sabrá elegir qué tipo de lectura desea según su estado de ánimo, sus circunstancias o sus gustos. Del mismo modo que un buen escritor sabrá manejarse en ambos géneros si domina el arte de la escritura. Este es el caso de Salinger, autor conocido por su famosa novela El guardián entre el centeno y por relatos, como: Para Esmé, con amor y sordidez y Un día perfecto para el pez plátano.

Estos dos cuentos aparecen en la antología: Nueve cuentos y la crítica los considera de los más interesantes, aunque a mí me han gustado todos. Quizás Linda mi boca y verdes mis ojos fue el que más, porque no pude parar de leerlo.

Salinger consigue que sus cuentos sean emocionantes y redondos por la forma y el estilo que tiene al escribir. En él es habitual, por ejemplo, que de repente se corte la historia con un giro inesperado, que da comienzo a otra parte diferente, pero que, curiosamente, está relacionada con la anterior. También hace un uso de los diálogos adecuado y suficiente para conocer a los personajes sin necesidad de describirlos.

El relato de Linda mi boca y verdes mis ojos, que es una conversación telefónica, consigue con éstas y otras técnicas confundir al lector y mantenerlo intrigado hasta el final. Además, es un final único, como en el resto de cuentos, pero que genera diferentes alternativas en la mente del lector, algo que resulta muy interesante.

Sin duda, podríamos afirmar que Salinger es uno de los mejores cuentistas y su lectura es casi obligada.

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