Reseñas: Poesía española

Ánima mía, Carlos Marzal

Carlos Marzal escribió Ánima mía cinco años después de publicar Fuera de mí. Los poemas también se agrupan en cinco bloques que recorren la vida y desde la plenitud de lo vivido analizan la razón de la existencia y la búsqueda de lo esencial.

Como dice el poeta la poesía debe ser universal, por eso al leer Ánima mía no hemos de pensar que el autor habla de su existencia o de sus sentimientos. Los poemas hablan de una vida y de todas las vidas.

Con LINTERNA MÁGICA se inicia el conocimiento de uno mismo y de su propia alma. «Ánima mía».

Creo que existes,

aunque no crea en ti, porque tú crees

en esta rogativa en que te ruego.

Basta con que te sueñe y tú me sueñas.

Basta con que te cante y tú me cantas.

Los poemas te llevan a la infancia, a los padres, al origen y a la belleza de existir y reconocerse. El yo poético se reafirma. En los versos de “Prendido en alfileres” se ve claramente.

Puede que esté prendido en alfileres,

Pero he cristalizado en lo que vivo:

El diamante infrangible de lo humano.

Es una búsqueda que se acompaña de una petición, la de vivir siempre unido a lo bello y que esta belleza llegue hasta el final.

Te suplico que enciendas,

mi sol póstumo,

la vida por vivir:

mi última vida. «Último sol»

Por eso, se pregunta si la escritura será la mejor herencia, el mejor recuerdo de uno mismo.

Nunca saber,

y siempre estar diciendo.

Nunca escribir,

y estar siempre intentándolo.

Todo es incertidumbre,

Y suspensivo. «Si sé lo que escribo, jamás escribo.»

En FLUIR los versos reflexionan sobre la experiencia de vivir y dar vida. El fluir de la vida te lleva a un punto en el que la entiendes y empiezas a controlarla sin que ella lo hago por ti. La voz que habla, el yo poético que prevalece en casi todos los poemas, se siente amado y amador.

No quepo en mí de amor, cuando amo tanto.

Sólo en su amor mi amor tiene cabida. «Donde cupo el amor»

Es capaz de ayunar de lo que sobra, porque es consciente de la magnificencia del amor y porque ha encontrado su “mundo”, el que le pertenece y por el que será capaz de amar los mundos de otros. Aunque tendrá que escribirlo para que exista y para que se cumpla. Escribir será la cura.

Me persuado

de que cumplo en mi vida, con la vida,

si advienen las palabras. «Sanación»

El poema “Ayunando” es quizás el más sobrecogedor por el sacrificio personal que propone al invitar al lector a declinar de quién es y de lo que fue. Un ejercicio de depuración, conveniente para empezar a construir.

Por eso, en PLANETA TUYO, el poeta, consciente de tan gran empresa, se siente constructor y busca en la sintaxis, en el solfeo y en el baile sintagmas y notas que tiendan puentes a otros mundos para encontrar el suyo propio. Estos poemas lo sitúan en el ecuador de la vida cuando el alma se da cuenta de que falta mucho por llegar a uno mismo, a pesar de lo vivido.

¿Me sabré alguna vez de tanto verme? (Apneas)

¿Tan excéntrico estoy conmigo mismo? (Jacarandas de mayo)

Insisto en lo que sé: mezo mis dudas. (Vaivén de mecedora)

La voz poética ya es consciente de que su mundo no se comprende sin los otros, pero para llegar a los demás ha de conocerse hasta el fondo. Los poemas “Sintaxis” y “Será imposible devolverte el tiempo” contienen los versos que mejor recogen esta necesidad y esta ansia por vivir y amar. Al yo poético le fascina la escritura y cómo da nombre a lo que no hay manera de nombrar.

Yo levanto

el tallo de la flor en esta urdimbre

en que se alza la flor a sus palabras:

huele más en su nombre la camelia

que la camelia misma.

Toda esta plenitud que ahora acomodo,

si ocurre en conjunción,

es aún más plena. “Sintaxis”

De este modo, llega a DISCIPLINA, preparado para desasirse de lo que le sobra, de lo que le molesta para renacer a la nueva vida o la vida misma. La voz que habla sigue reconstruyéndose en primera persona y en comunión con el sol, el calor, el amanecer, el anochecer, la piedra, el mar … se enmarcan estos versos. A estos escenarios solicita desprenderse de todo.

Oyéme bien,

primer calor temprano,

tibio anfitrión perfecto,

aviláname más, hazme más digno

de tanta liviandad. (Vilanos en el aire)

Hay que hacerse matar como lo impone

esta tea en su luz soliviantada. (Tea)

Y por fin, llega el momento de estrenarse antes de comenzar el último bloque.

A punto de estrenarme,

de nacer,

recién lavado y tierno para el mundo. «Mínimo renacer»

LO ADENTRO DEL CANTAO es celebración. Es un canto alegre y entusiasmado de encontrarse patrón de uno mismo. Algo vibra dentro y no es la voz. Es algo mucho más profundo que debe salir porque ya está descubierto. El comienzo de “A prima madrugada” lo expresa muy bien.

Hay algo mayestático en el hecho

de adueñarse del tiempo en la alta noche,

de alzarse desde el sueño a la vigilia,

para predisponernos valerosos

a la interioridad,

al gozo de uno mismo en su desvelo,

al duelo de uno solo con su espíritu.

Un algo mayestático,

por íntimo.

Y eso tan profundo que está dentro debe abandonarse para encontrar lo que espera fuera. La voz que habla ha llegado a la cumbre del corazón y sabe que su yo no es sin el otro. Su corazón cabe, late, sabe, crece, canta, sangra y es en el tú que espera. Ahora el yo poético ya sabe lo que le oprime y encorseta. Por eso, es necesario “descorbatarse de los nudos que ahogan”. “Cerrar los libros abstractos y salir a comprender lo que se ha leído.” Sólo así se podrá gozar y beber del agua de la vida.

¿Estamos a gozar,

o estamos secos

de toda sequedad, sin una gota?

¿Estamos a vivir

o es que no estamos? «A pájaros»

Para contar todo esto Marzal utiliza versos sencillos, exentos de grandilocuencia, que se conjugan con imágenes visionarias que van de lo moderno a lo más clásico.

Así, hay poemas como “La paloma y el charco” y “Joana” que son más vanguardistas y otros, como “Cosa que la mar no tiene” (poesía popular), “¿A dónde han ido a dar todos mis mares?” (Jorge Manrique) o “Cumbre del corazón” (Garcilaso), que recuerdan a la tradición literaria.

Todo mi corazón es, en tu mano,

la mano que ahora escribe este dictado

que dicta el corazón incontinente.  

En cualquier caso, prevalece su estilo único, el de un gran poeta y un maestro de la palabra y el discurso inteligente.

La foto de la portada del poeta está sacada de ritmos21.com

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